Criar en el mundo que vivimos, corriendo de allá para acá, apagando fuegos a diario es realmente agotador.
Encima, tenemos una especie de vocecita interior que nos salta y nos dice que no la volvamos a cagar más, que hoy no vamos a gritar. Te has propuesto conseguirlo.
Llegas a casa y vas sumando una cosa tras otra y tu cabeza se convierte en una olla exprés hasta que, finalmente, saltas y vuelve ocurrir.
Necesitas no volver a gritar, sin excusas.
Necesitas no contener toda esa rabia cada vez que quieres no gritar.
En Stop Gritos voy a ayudarte a conseguirlo.